¨A la República sólo ha de salvarla pensar en grande, sacudirse de lo pequeño y proyectar hacia lo porvenir¨ (José Ortega y Gasset)¨
¨Uno pertenece a un lugar, a una historia, a un idioma, y yo creo que esa es la Patria¨ (Saramago)
Para Weber, el Estado es ¨aquella comunidad humana que en el interior de un determinado territorio, reclama para sí (con éxito) el monopolio de la coacción física legítima. Así pues, para que subsista, es menester que los hombres dominados se sometan a la autoridad de los que dominan en cada caso. Cuándo y por qué lo hagan, sólo puede comprenderse cuando se conocen los motivos internos de justificación y los medios externos en los que la dominación se apoya¨ (citado por Monsalve S., Alfonso, p.16).
Según Barry Buzan (Monsalve S, Alfonso), ¨ Un Estado comporta tres elementos entrelazados: a) la idea de Estado (su historia, tradiciones, cultura, nacionalidad), b) las bases físicas del Estado (el territorio, población, recursos, riqueza) y c) su expresión institucional (ordenamiento jurídico político) ¨
El Estado moderno, resultado del desarrollo del capitalismo en Occidente, es la forma más racional del ejercicio del poder. En la medida en que responde a las exigencias y funcionalidades del capitalismo, el Estado se caracteriza por el monopolio del cobro de impuestos y porque se monta en un derecho que instituye una administración burocrática eficaz, pues produce precisión, disciplina, rigidez, seguridad y calculabilidad, apoyadas por el principio de ¨ constancia en el acta, la jerarquía y la división del trabajo¨
El monopolio de la coacción legítima es la soberanía, entendida como soberanía interna, cuando se refiere al monopolio del ejercicio del derecho y de la coerción por parte del Estado en su territorio y como soberanía externa, referida a la idea de que un Estado no está sujeto a la autoridad de otros Estados u organismos internacionales, respecto a sus relaciones con éstos y respecto a la capacidad de fijar sus propias políticas internas, sin la interferencia de esos otros Estados u organismos.
La soberanía debe distinguirse de la autonomía del Estado, que es la capacidad real que tiene éste de manejar y controlar sus asuntos internos. De hecho, un Estado pierde autonomía sin perder soberanía, aunque en muchas ocasiones ocurran las dos cosas. Así por ejemplo, los países del Tercer Mundo ven recortada su autonomía, cuando negocian con el Fondo Monetario Internacional un ajuste económico, aunque, estrictamente hablando, no pierdan soberanía si los acuerdos con éste son aprobados mediante los mecanismos institucionales establecidos para tales efectos. ¨ (p.17)
El Concepto de Legitimidad: A nivel interno, la legitimidad se articula en un doble sentido: a) la aceptación, sentido que va del individuo al sistema y que se expresa en la participación y/o el respaldo de los gobernados a su sistema de gobierno, en primer lugar y de manera decisiva, a través de la forma como se genera y transmite el poder de los gobernantes; esta clase de legitimidad se denominará, siguiendo a Rousseau, ¨legitimidad de origen¨, pues e s la fuente legítima para el ejercicio de la autoridad; b) ¨legitimidad de desempeño¨, que va del Estado al individuo, y tiene que ver con la manera como se articulan los valores compartidos en las instituciones, el gobierno y el Estado, para cumplir con la función de gobernar.¨(p.20).
Los conflictos internos son actualmente, la mayor amenaza para la supervivencia de un Estado. Por ello es importante mirar desde una perspectiva estructural en qué consiste la fortaleza y la debilidad de un Estado y sacar las consecuencias necesarias sobre ello.
La fortaleza de un Estado, distinta a la fuerza en el terreno militar de una gran potencia, y que tiene que ver con las condiciones intrínsecas que hacen que un Estado, en cuanto tal, pueda existir de la mejor manera: ¨La fortaleza de un Estado, para nuestros propósitos analíticos, no se mide en términos militares. Reside, más bien, en la capacidad del Estado para obtener lealtad –el derecho a gobernar- para extraer los recursos necesarios para gobernar y proveer servicios, para mantener ese elemento esencial de soberanía, el monopolio sobre el uso legítimo de la fuerza dentro de los límites territoriales definidos, y operar dentro del contexto de una comunidad política basada en el consenso¨ (p.40).
La característica central de un Estado débil, será la incapacidad para convocar la lealtad de sus ciudadanos para con el ordenamiento jurídico-político, es decir, la carencia de legitimidad vertical o de origen. Por eso un régimen totalitario o dictatorial, basado en la opresión y la represión sistemáticas, a pesar de su demostración de fuerza, es un Estado débil.
El no poseer el monopolio legítimo de la fuerza en todo el territorio es una sea señal de debilidad.
Un Estado es débil si sus fronteras no están establecidas adecuadamente o si no es reconocido por la comunidad internacional. La carencia de reconocimiento internacional es fuente de deterioro de la fortaleza de un Estado, porque éste será aislado de la comunidad de naciones y considerado como un Estado paria (tal como ocurrió con Irak, o con Yugoslavia en la guerra del Kosovo).
Otro concepto, es el concepto de Estado desestructurado (colapsado), en donde ¨la policía, el poder judicial y otros órganos que sirven para mantener la ley y el orden han dejado de existir o no tienen ya la capacidad de funcionar. En muchos casos se usan para fines diferentes a aquellos para los que se crearon¨ (p.46)
viernes, 30 de abril de 2010
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